Luvia de centro

Si.
Llueve en el centro de Buenos Aires, sobre todo en verano, cuando todos los aireacondicionados de la ciudad se encuentran al máximo destilando frigorías dentro, y calorías fuera, este desequilibrio genera un efecto llamado condensación.
Efecto por el cual se generan unas gotitas de agua en alguna parte del aparato, la acumulación de estas gotitas debe ser enviada fuera del aparato en cuestión, y ahí es donde empieza el viva la pepa del agüita.

Independientemente de donde se encuentre detenido uno, esperando ya sea un colectivo, taxi, cualquier otro medio de transporte, o porque no a alguna otra persona, uno siente la misma sensación que si fuera escupido desde el septimo piso de alguno de los quichicientos edificios que habitan en la ciudad.

Al levantar la mirada solo se puede ver un sinfin de pequeñas y minúsculas gotitas de agua que se lanzan en un "free style" desde el equipo de AA al vacío, estrolándose finalmente en nuestras caras.

Ya ni me mosqueo en levantar la mirada, me mojan y listo, pero hay más de uno que se pasa de vivo.