La verdad...

Siempre dije la verdad. Aún cuando el simple hecho de decir la verdad me propiciara alguna clase de castigo, he soportado éstos con estoicismo, digno de aquél que sabe lo que está haciendo.
Desde chico, fui censurado por decir simplemente la verdad, no importara que travesura, o qué situación fuera la provocada, yo siempre dije la verdad, porque a mi las mentiras, me provocan asco, el hecho, de querer zafar de algo mintiendole a otra persona me parece abominable.
Volviendo al caso, sabía bien yo que para mentir, todo debía encuadrar, y había que crearse todo un universo paralelo, para solventar dicha mentira. Nunca tuve clase para hacer eso.
Dado el caso, optaba siempre por decir la verdad, y por eso siempre la ligaba. No la ligaba porque se habia roto algo, o porque le pegue a mi hermano, la ligaba por el hecho que la verdad era tan simple, que parecía inverosímil.
Mis respuestas siempre fueron de tipo:
-"Le rocé a la mesa cuando pasaba y se cayo el vaso" Rta: PLAF!!!!! a mi no me mientas!!!!
-"Se merecía un coscorrón, me hizo enojar!" Rta: PLAF!!! si tiene 2 años menos q vos como te va hacer enojar PLAFFFF!!!!!!
-"Yo no fuí" Rta Requeteplafffff, y quien fue un fantasma?
- "no, fue él", PLAFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFPLAFFFFFFFFFFF si el es más chiquito, estás castigado!!!
¿Se entendió?
Hoy de grande, mentir me cuesta demasiado, no puedo ni mentirle al colectivero.
En ocasión de entrega de TP en la facultad, hice sólo el 60% del mismo porque el resto no tenia ganas de hacerlo. En la fecha de entrega, estaban todos los demás corriendo atrás de ese 40%, para terminar y entregar, algunos se copiaban, otros faltaron, otros suplicaron prórrogas, yo no.
Me acerqué al profesor, y entregando el 60%, le dije:
-"Me falta hacer el 40%", no lo voy a hacer, póngame la nota que deba ponerme.
-"OK, tenés un 4."
Y me fui. El resto se quedó hasta las 2230 para entregar el 40%, yo estaba en mi casa escuchando musica, tomando mate y Jugando al SimCity.
Por eso, prefiero decir la verdad, es un lindo hábito, evita muchos problemas, y si bien, nunca me creyeron de chico que yo NO MENTÍA, yo sabía en el fondo, que aunque la ligara, yo habia dicho la posta, parece un consuelo tonto, pero era un alivio saber que al no mentir, no tenia que seguir con la misma una y otra vez, para solventar la mentira.
La liga, duraba lo que era la liga, un cachetazo, un cinto, que se yo, pero duraba sólo eso, a veces el mentiroso debia seguir semanas enteras mintiendo en un circulo vicioso para no recibir su liga.
Lo irónico es que en ese momento le salió mejor a él que a mí, porque nunca la ligó.

Hoy, la vida me sonríe y yo sé muy bien, que gracias a bancarmelá y comerme todos los mocos por decir la posta posta SIEMPRE, hoy soy quien soy, estoy a punto de recibirme, llegué hasta acá, me casé con una mujer excepcional, tengo un perro, tengo los amigos que tengo, Hago el laburo que me gusta hacer, etc.
...SOY LIBRE...