Su bocina no convierte mi auto en Helicóptero

Hoy no voy a poner una pálida, voy contar algo que ocurrió durante aproximadamente 5 minutos, pero que sucede a diario en la esquina donde me encuentro trabajando, en pleno Microcentro.

Mi escritorio da a la ventana apuntando sobre la calle Tucumán esquina LN Alem. Como todos los días, esporádicos bocinazos pintan el monótono sonido de la oficina con su alegría. Esta mañana los bocinazos se prolongaban por largo rato, lo que despertó mi curiosidad y me asomé a ver qué era lo que ocurría.
Sobre la Esquina de estas dos calles un colectivo 22 esperando el semaforo verde de Alem hacia el sur, sobre tucumán 4 cuadras de cola atrás un colectivo que subía pasajeros, sobre la intersección 8 autos quedaron colgados del semáforo en el medio de Alem impidiendo el paso de los 4 carriles que van hacia el sur y dos de los que van hacia retiro, los bocinazos y las puteadas aumentaban considerablemente, el semáforo apuntaba verde sobre Alem, y nadie se movía, pero todos tocaban la bocina, el quilombo era insoportable, un taxista decide que él es el dueño de Alem, y en vez de dejar pasar a los autos que quedaron colgados, acelera y quiere pasar, lográndolo con alta destreza y ganándose el cariño y el respeto a su familia de parte de los conductores de los autos varados. Cuando se desocupó Tucumán y se vació la intersección con Alem, el semáforo se puso en Rojo, habilitando el paso de autos sobre tucumán, esta vez sin inconvenientes.

El colectivo 22 aún seguía parado en la esquina con la esperanza de que este semáforo verde (el tercero) pudiera pasar.

Digo yo, somos tan salames los conductores que en vez de apremiar por solidarizar entre todos para que todos podamos llegar a destino más rápido y LLEGAR, estemos peleándonos por un semáforo en amarillo, estorbando a todos los que vienen en la intersección, con la excusa "Yo tenía paso pero me agarró el semáforo" y ahora aguantatelá hasta que pase.

Yo creo que un poco de calma a la hora de manejar sería más que suficiente.